La ejecución de esta obra en un edificio de L’Eixample barcelonés consiste en el cambio de la carpintería de madera exterior por una carpintería de aluminio con rotura y cristales de cámara de aire, que permiten una mejora en el ahorro energético y un ahorro y comodidad en el mantenimiento.
La fusión de la nueva carpintería con estructura es un punto fundamental para no romper la personalidad del edificio.